lunes, 18 de marzo de 2013

Seguridad alimentaria para la población mexicana.


En México, de acuerdo a la Ley de Desarrollo Rural Sustentable la seguridad alimentaria se define como el abasto oportuno, suficiente e incluyente de alimentos a la población. Sin embargo, este concepto multidimensional, ha evolucionado a través del tiempo y a nivel internacional se ha llegado a que “la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar a cabo una vida activa y sana”.

Esta de más decir que este concepto no es muy equitativo que digamos, mientras en unos sectores de la población vemos carencia de alimentos en otros encontramos sobrealimentación.

El Gobierno Mexicano ha seguido la política de seguridad alimentaria por más de 20 años prefiriéndola sobre otras opciones como son la autosuficiencia alimentaria o bien la soberanía alimentaria.

¿Soberanía alimentaria? Nos puede sonar mas que un sueño guajiro si tenemos en cuenta que los recursos nacionales, se destinan cada sexenio a cosas menos importantes.
Hay factores de vital importancia para el futuro se la seguridad alimentaria del país como lo son:

La población:

Si bien el crecimiento de la población es moderado, para el año 2030 se estima que se rebasaran los 130 millones de habitantes, pero los principales retos radican en la precariedad económica y alimentaria en que actualmente se encuentra la población, en 2010 se reporto lo siguiente: 51.7 millones de personas estaban en situación de pobreza, 2.2 millones en situación de hambre (pobreza alimentaria) y 28 millones se consideran en estado de inseguridad alimentaria moderada y severa. A este panorama habría que añadir el crecimiento acelerado del segmento de población de la denominada tercera edad, para el 2030 el número de personas se habrá incrementado en 12.3 millones con los consecuentes requerimientos nutricionales propios de esa edad.


Producción de alimentos:
Una consecuencia directa de la política de seguridad alimentaria que se ha seguido, ha sido una disminución en la actividad agrícola en materia de producción de alimentos básicos, hoy día el país es un importador neto de gran volumen, por citar solo algunas cifras podemos señalar que el año pasado se esperabá una importación de más de 15.4 millones de toneladas de maíz, mientras que de oleaginosas la importación supera el 50% y de leche se tiene una cifra similar. Situación que nos pone desde un punto vulnerable para la alimentación de nuestro país.


Petróleo: Este ha sido la principal fuente de ingresos para poder adquirir y subsidiar los alimentos en las últimas décadas, sin embargo, este sector enfrenta una problemática doble, desde 2004 se ha tenido una disminución en la obtención de petróleo y por tanto un decremento en las exportaciones de crudo con la consecuente pérdida económica, también las reservas petroleras han sufrido una disminución importante alcanzando para menos de 10 año.

Cambio climático:
El aumento inminente de gases de efecto invernadero, que aparte de causar una elevación de la temperatura en el planeta, traerá como consecuencia al país un cambio en el patrón de lluvias y aumento de las sequías lo que sera devastante para los cultivos tradicionales, por ende una menor producción de alimentos.


Cambio tecnologico:
Actualmente se siembra en el mundo 150 millones de hectáreas de cultivos transgenicos, pero en algunos países, entre ellos México ha surgido una controversia que cuestiona la inocuidad de estos alimentos mientras que otros consideran que pueden causar daños ecológicos irreversibles, y así se ha generado un problema ideológicotecnológico que no ha sido resuelto. De aquí surge otra cuestión: ¿Debemos elegir los transgenicos como una solución al problema de la seguridad alimentaria?.


Problema actual de la nutrición:
 Las estadísticas de los últimos años referentes a diabetes y obesidad son muy preocupantes, pues muestran claramente una tendencia al alza y esto significa que en pocos años alrededor del 20% de la población total sufrirá este tipo de padecimientos y que el costo de su atención será enorme, sólo en el año 2011 el Instituto Nacional de Salud reporto recientemente que el costo anual fue 7, 800 millones de dólares. A lo anterior hay que agregar el reporte de un grupo de científicos norteamericanos anunciando que el enorme consumo de fructosa (sustituto de la sacarosa de caña) en ese país está causando problemas que se reflejan en diabetes y obesidad, con efectos similares a los del consumo de alcohol.

¿Que futuro incierto nos depara?
El papel del nutriólogo se expande ante esta problemática, en el cual debemos buscar nuevas alternativas para solucionar el impacto en la nutrición de la población mexicana.







2 comentarios:

  1. tenemos q´ apoyarnos para no tener un futuro tan malo o una poblcion enferma y convalenciente :p
    x q´ cuando sientan q´ todo le sale mal solo sonrian crean me q´ todos necesitamos solo mun pequeño empujosito para slir adelante.

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  2. solo hay q ser un poco inteligentes para saber q el comentario q escribi antes es una posible respuesta a nuestros problemas :)
    attentamente su amiga Vianey L.

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