Las técnicas culinarias que requieren menor agregado de aceite son: la plancha, el hervido y el asado.
Guisado:
Asado:
Esta técnica tiene doble beneficio: el primero es que, al no necesitar el agregado de grasas o aceite, nos aporta menor valor calórico que otras técnicas; y segundo, que si comenzamos la cocción a fuego fuerte, se forma una costra superficial que impide la salida de agua del músculo, conservándose así los nutrientes dentro de la pieza, y logrando una carne más jugosa y sabrosa.
Hornear:
Los pescados y mariscos, pavo, pollo sin piel y carnes bajas en grasa quedan deliciosos preparados al horno. Simplemente coloque el alimento en una charola de hornear, métalo en el horno por el tiempo de cocción recomendado, y listo. De ser necesario use un aceite para cubrir el fondo de la charola.
Una buena idea para conservar el valor nutritivo, es cocinar las hortalizas al horno envolviéndolas en papel de aluminio ligeramente engrasado.
De esta forma se cocerán en su propio jugo y no tendremos que aliñarlas con aceite o mucha sal.
Recordemos aliñar las verduras y hortalizas con aceite de oliva, si es posible, virgen
Al vapor:
La cocción al vapor, usada mayormente para verduras, se lleva a cabo con el vapor de agua hirviendo. Se puede utilizar algún alimento para que solo le dé un poco de sabor como el aceite de oliva, utilice hierbas en vez de usar la sal, si lleva leche entera reemplácela por descremada o semidescremada .
Debemos lograr que el interior del alimento alcance los 65 - 70ºC, graduando el horno entre 180 y 190ºC: con ello, nos aseguramos que en el trozo de carne se reduzcan al máximo.
Nos daremos cuenta de que se alcanza esa temperatura en el interior de la pieza, cuando la carne vacuna alcance un color grisáceo, y cuando en el pollo desaparezca el color rosa (especialmente en la zona cercana a las articulaciones).
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