MESOTERAPIA
La mesoterapia es una técnica terapéutica que se aplica mediante una serie de inyecciones superficiales intradérmicas e indoloras de diferentes sustancias como vasodilatadores, minerales, vitaminas y extractos naturales de plantas en una zona determinada. Con este tratamiento, el medicamento actúa más directamente sobre el área afectada y con dosis menores a las que se necesitarían si se aplicara por otra vía, como la oral. Generalmente es utilizada para apalear enfermedades dermatológicas, flebológicas, circulatorias, provocadas por el deporte, reumatológicas, y síndromes dolorosos.
Existen dos formas de aplicarla. Puede ser manualmente, la que requiere de una buena técnica inyectiva; o por medio de aparatos de inyección asistida. Estos son unas especies de pistolas que realizan el trabajo. Se recomienda utilizar esta técnica ya que es más precisa por la opción que ofrecen los aparatos de calibrarlas. Sin embargo, al momento de elegir se debe tener en consideración la experiencia del mesoterapeuta, el tipo de enfermedad que se busca tratar y el estado evolutivo de la patología.
En general, si es que las punciones son realizadas por un personal capacitado, no debieran presentar efectos secundarios relevantes en el paciente. Se pueden producir pequeños hematomas en el entorno de la inyección que no debieran mantenerse por más de 72 horas. También podría aparecer una roncha o eritema en el área de aplicación, pero no es más que la comprobación de que el tratamiento está surtiendo efecto.
El período de prolongación de las sesiones dependerá de la patología que se esté tratando. En el caso de los síndromes dolorosos, el promedio es de cuatro a seis sesiones, una semanal y, a medida que se manifiestan mejoras, se van espaciando en el tiempo. Sin embargo, siempre es recomendable repetir algunas sesiones durante el año, dependiendo de posibles dolores que pueda sufrir el paciente.
Uno de los usos más comunes que se le ha dado en el último tiempo es combatir la celulitis. Este tratamiento suele tardar seis sesiones realizadas semana por medio y luego, diez sesiones aplicadas cada quince días. Luego de esta terapia de choque es recomendable continuar con una sesión mensual por al menos un año, pero lo preferible es que se extienda por toda la vida. Hay que tener presente que esta terapia no es un seguro contra la celulitis ya que puede aparecer de nuevo como consecuencia de malos hábitos alimentarios y cambios hormonales, entre otras causas.
A pesar de los beneficios que ofrece, no existe certeza médica de sus cualidades y muchos doctores se muestran reticentes a su aplicación. Afirman que este tratamiento puede implicar numerosos riesgos a la salud del paciente, tales como infecciones, abscesos, nódulos ulcerados y fístulas secundarios a la inyección.
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